"Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era la mía. Ahora, mi corazón se ha convertido en el receptáculo de todas las formas: es pradera de las gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y Kaaba de peregrinos, tablas de la Ley y pliegos del Corán. Porque profeso la religión del "Amor" y voy adonde quiera que vaya su cabalgadura, pues el "Amor" es mi credo y mi fe".
Pensamiento escrito por el filosogo y poeta, Ibn´ Arabí a finales de 1240.